La operación remontada ya ha empezado. El Real Madrid escuchó los tres pitidos que indicaban el final del encuentro y por la cabeza de jugadores, cuerpo técnico, directivos y aficionados se pasaban dos pensamientos. El primero uno de alivio, porque los blancos fueron acosados, golpeados y asfixiados por el Manchester City, pero cuando la primera batalla concluyó se dieron cuenta que para lo sufrido sobre el césped del Etihad sólo tenían algunos rasguños que se pueden reparar dentro de una semana en el estadio Santiago Bernabéu. Y el segundo, precisamente con la mente puesta en ese escenario, es de remontada. El rey de Europa buscará dentro de una semana otra noche mágica en el coliseo madridista.
Lo primero que hay que dejar claro es que el Real Madrid perdió en el Etihad, aunque las sensaciones que trasmitían unos y otros tras el encuentro eran muy diferentes. El Manchester City se retiró al vestuario con una mezcla de frustración e incredulidad. El partido de los ingleses era merecedor de dejar la eliminatoria vista para sentencia en la capital de España y, sin embargo, tendrán que defender una renta de un gol en el Bernabéu. Por otro lado, Ancelotti y sus jugadores abandonaron Mánchester con la confianza que les da el saber que en su casa y con su gente la remontada puede ser posible. Con el ejemplo de PSG y Chelsea muy recientes, la idea es vivir la tercera noche mágica del curso.
El mensaje de Ancelotti tras el encuentro era muy claro: «Tienen que estar listos. Vamos a luchar por otra noche mágica». En la misma línea se mantuvieron sus jugadores. “Tenemos que ir al Bernabéu, necesitamos a la afición como nunca y vamos a hacer una cosa mágica que es ganar», afirmó Benzema justo después de finalizar el encuentro. El Real Madrid ya ha puesto el chip de una remontada que ya ha arrancado.
El miércoles el Real Madrid descansará, pero a partir del jueves el equipo vuelve al trabajo en Valdebebas con dos objetivos: ganar la Liga el sábado y lograr la remontada. Ante el Espanyol los de Ancelotti buscarán sentenciar el campeonato y recibir el calor de una afición que ante el City jugará el partido en la previa, cuando abarrotará la Plaza de los Sagrados Corazones para alentar a los suyos, y desde la grada durante todo el partido. El escenario es idílico para un equipo que se mueve como nadie en estas situaciones. París espera al fondo.
